A veces parece que no hago parte de nada,
pero de repente hago parte de todo y de todos,entonces me doy cuenta que es a mí
a quien le falta todo,
y que por miedo a aceptarlo
me escondo en ese castillo lleno de nada.
En esa frialdad, disfrazada de sonrisas falsas,
llena de silenciosos pensamientos,de deseos insatisfechos,
de añoranzas ya olvidadas.
Pero ¿qué más puede esperar un hombre muerto?
No puede ser más que una triste vida solitaria,
porque un hombre muerto no puede tener sueños,porque un hombre muerto no encuentra la felicidad en nada,
y ahora solo en silencio espero,
el eclipsar de esta difícil jornada.
Es la analogía perfecta de estar vivo-muerto en medio de una soledad inminente, de la falta de algo que parece ya haberse ido otoños atrás, mis queridos Infames los dejo con esta reflexión esperando les siga siendo ameno su andar, esperen proximamente más.
Alejandro Volta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario